domingo, 2 de noviembre de 2014

La culpa es de la margarita?

Me quiere, no me quiere….

Me quiero, no me quiero....


Hay una costumbre de ir deshojando una margarita y por cada pétalo que arrancamos decir: “me quiere” “no me quiere” o su variante “me quiere” “mucho” “poquito” “nada” hasta que el último pétalo nos da la respuesta.

Esta costumbre no tiene un origen claro, una de las teorías dice que es una creencia oriental, en la que un enamorado ponía en su bolsillo un pétalo de margarita fresco, si al otro día seguía fresco significaba que la historia de amor sería exitosa, en cambio si se marchitaba no era conveniente seguir con ese amor. También existe una creencia medieval que decía que las doncellas que querían casarse, arrancaban un ramo de margaritas con los ojos cerrados y que al abrir la mano, la cantidad de capullos abiertos indicaban la cantidad de años que faltaban para casarse.

Sea cual sea el origen de este juego, pareciera que la respuesta la dejamos librada al azar.

También podríamos preguntarle: Es un touch and go? Es algo serio? Es solo un amigo? Es gay?

No importa cual sea la pregunta, necesitamos que la margarita nos de la respuesta que deseamos escuchar y con urgencia!!!

Quizás deberíamos preguntarnos ¿“me quiero mucho, poquito o nada” ?

Y que culpa tiene la margarita?

Si nos quiere o no nos quiere, que lo diga él y no una flor.........!!!!

Ema Pil

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