Lo conocí en una pensión donde
vivíamos y compartíamos el baño, dio la casualidad que éramos oriundos del
mismo pueblo y teníamos varios amigos en común.
Así comenzamos una amistad que al
tiempo se transformó en algo mas y pasamos de compartir el baño a compartir el
dormitorio.
Teníamos 22 años. Trabajábamos
muchas horas por día.
Él era productor de TV, yo
regalaba toallas femeninas en los supermercados.
A la noche jugábamos al pool , hablábamos de
TV, de sus logros y proyectos. Yo no tenía logros y mi único proyecto era el
matrimonio.
Finalmente nos casamos, no fuimos
felices ni comimos perdices.
El esperaba que yo cocine como su mamá y me
regaló una freidora para mi cumpleaños!!!!.
Yo esperaba que sea ese príncipe capaz de defenderme con su espada de cualquier peligro.
Un día entró una rata en casa, nos
despertó en medio de la noche, colgada de la lámpara en la mesa de luz.
Socorro!!!! Grité y el gran macho
se fue corriendo a la casa de mis padres.
Luego de este episodio le pedí
tomar distancia un tiempo…. y lo dejé en suspenso.
Unos días después me llamó, yo
pensé que buscaba una reconciliación, pero era para pedirme el colchón y la
freidora!!!….
A mí también las ratas me hacen
huir…..
Ema Pil
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