Atenti al lupo
Con este hombre pasé los límites
de la Caperucita Roja. Creo que tengo que anotarme en Los Records Guiness de la
credulidad.
Lo conocí por chat, se presentó
como un italiano recién instalado en Argentina que trabajaba en robótica y tenía ganas de conocer gente, me
describió un mundo mágico y accedí a conocerlo personalmente.
Hablaba muy poco español pero nos
entendíamos bien. Estuvimos saliendo por tres meses. En la intimidad me decía " Mamma miaaaa" exagerando el miaaaaa y despertando a los vecinos.
Cuando fui a su casa la escenografía era fantástica, tenía una bandera italiana con asta y todo que ocupaba medio living y un portarretrato con la foto de sus padres (dos travestis).
Cuando fui a su casa la escenografía era fantástica, tenía una bandera italiana con asta y todo que ocupaba medio living y un portarretrato con la foto de sus padres (dos travestis).
Sospeché un poquito que algo no
andaba bien….pero mi necesidad de Príncipe
Azul me bloqueó el cerebro.
Una semana después descubrí que el
tano era más argentino que yo, que no fabricó nunca un robot y sus mentiras rebotaban por todos lados como una
bola de Pinball.
Lo confronté preguntándole:
“¿quien sos H de P?” me respondió:” No te tomaste el tiempo para averiguarlo,
jodete!!!!” y me cortó el teléfono.
¿Quién era? Un psicópata que
encontró la victima perfecta?. Todavía no se cuáles eran sus intenciones para
tanta mentira.
Pero sean las que sean, mi ángel
de la guarda me despertó a tiempo.
Ema Pil
Ema Pil
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