domingo, 25 de enero de 2015

Incorregible

Cuando te pinchan el globo


Conocí a este señor en un chat de citas, en su presentación personal decía:

“Soy un hombre profesional, alto, cuerpo atlético, soltero de 45 años y quiero conocer a una mujer de entre 42 y 90 años en Buenos Aires”

Yo doy con el perfil que está buscando, todavía soy menor de 90 y vivo en la urbe, pero no di el primer paso.

Su primer contacto virtual fue:

“Sos bellísima, fina, elegante, inteligente. Un milagro en esta pagina!!!, El primer mensaje es difícil. Ni corto para no parecer tímido ni largo para no ser plomo.
Tampoco, dejar todo librado a que mires mi foto o leas mi perfil, porque eso no define nada. Entonces que se hace?
Se deja que la intuición de la encantadora señora, le indique que conteste este mensaje.
Por lo tanto, y si tu intuición coincide con la mía, contestame y te cuento algo de mi.
Besos Alex. “

Cuando un hombre habla de intuición…yo me prendo como una garrapata!!! Y obviamente le respondí, justo él estaba on line, entonces tuvimos una larga charla hasta las 4am.

Y así seguimos por una semana aproximadamente, mezclando chat con llamados telefónicos y mensajes de celular a celular.

Una tarde yo estaba haciendo trámites por el microcentro  y recibo su llamado:
“Donde estas?, Tomamos un café y nos vemos cara a cara?”

Mi curiosidad por conocer a ese profesional atlético dijo: Siiiiii por supuesto!!!!

Elegí un café en una esquina muy concurrida para un viernes a la tarde, Florida y Córdoba….llegué unos minutos antes de la hora pactada porque estaba muy cerca.
Me senté en la mesa más visible. A los 10 minutos veo llegar a un hombre con actitud de buscar a alguien, celular en mano, pero no coincidía con la descripción ni la foto del susodicho. Parecía tener unos 15 años mas, unos 50 kilos mas, sin pelo, y con tetas! Nada que ver con lo atlético ni saludable! 
Mi mente me repetía: “Que no sea Alex, que no sea Alex” y saben que????  Siiiii era Alex!!!!!!!

Tomé mi café en 15 minutos, Alex no solo no era el de la foto, sino que además todo lo que me decía estaba lleno de soberbia y agresión….. me fui, no estaba preparada ese día para tal baldazo de agua.

La cosa no termina acá, al otro día recibo un llamado, del otro lado de la línea hablaba Martita.
Sin poder contener el llanto me dice que es la mujer de Alex desde hace 15 años, que mientras él se bañaba le revisó su celular y descubrió nuestros mensajes.
Quería saber si entre nosotros había alguna historia y si habíamos tenido sexo ya que en el bolsillo del saco encontró un profiláctico y una pastilla azul.

En mi afán por querer consolarla salieron de mi boca estas tiernas palabras: “Tranquila Martita, no llores, tu marido es incogible”


Ema Pil



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