jueves, 29 de enero de 2015

Enano Zen para jardín


Lo conocí por un amigo en común, yo estaba sin trabajo y usó sus influencias para conseguirme uno, en dos días. 
Yo agradecida le di un lugar para vivir en mi casa porque lo habían desalojado.
Este señor siempre estaba en estado alfa, tranquilo y concentrado. 
De su boca solo salían palabras de apoyo espiritual  y consejos de amor al prójimo. 
Algo así como un Mini Osho, o un hoyito ya que no medía más que un metro sesenta.
Yo trabajaba doce horas por día, a la mañana cuando me iba lo dejaba meditando  y cuando llegaba a casa lo encontraba meditando, vaya a saber sobre qué meditaba tanto.
Cuando llegó el día de pagar el alquiler, fui a buscar en la billetera de mis ahorros y en lugar de dinero encuentro un papel con un dibujito smile que tenía escrita la leyenda “Sonríe Dios te ama”

Le pregunté que hizo con el dinero y me respondió que lo había tomado en forma de pago por el trabajo que me consiguió.

Lo saqué a tortazos de casa. 
No lo pude agarrar de los pelos porque no tenía. 

Tiempo después me lo fui encontrando por la calle, con distintos personajes famosos, supe por amigos en común que esa era su actividad, canjear apoyo espiritual y favores, por dinero y vivienda provisoria. 

Ema Pil

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